miércoles, 7 de agosto de 2013

La Inteligencia Emocional: Ponerte en lugar de otro

Cuántas veces alguien nos ha reclamado “por favor, ponte en mi pellejo”. O nos han aconsejado en un intento de alcanzar una mayor comprensión de una situación y un modo de actuar, “ponte en su lugar”. Pero esta expresión ha alcanzado sin duda una dimensión mayor tras asistir a la pasada sesión del ciclo Inteligentemente bajo el título“Psicología del respeto”.
A priori todos podemos considerarnos respetuosos con los demás, entendiendo el respeto como el saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo. ¿Pero somos realmente respetuosos y honestos en nuestras relaciones? Más bien al contrario, y habitualmente manipulamos a los otros para sentirnos bien. Aunque por supuesto lo hagamos sin darnos cuenta, no de una forma premeditada, una mirada honesta y auténtica sobre las razones de nuestros comportamientos, sacará a la luz más de un interés personal detrás de nuestras formas de intervenir en los demás.
¿Qué se esconde detrás de un beso supuestamente apasionado? Una demostración de cariño y entrega, o algo más. Una petición de mayor atención enmascarada tras la entrega, una exhibición encaminada a limitar la tentación de la pareja… ¿Y tras una buena relación con un compañero de trabajo? Realmente nos cae bien o buscamos reafirmar nuestro éxito con su admiración. Somos realmente sinceros sobre lo que pensamos de ellos, o nos guardamos consejos o valoraciones dependiendo de nuestro provecho intentando mantenerlo en un segundo plano.
No sabemos el por qué nos comportamos de un modo u otro pero las amenazas están ahí y las experiencias diferentes para cada uno. El comportamiento de los demás nos hace chocar de lleno con situaciones que nos cuesta vivir. Ya sea la soledad, el ser exitoso, resulta zozobrante el descubrir que no somos tan atentos, cariñosos, simpáticos o buenos colegas como creemos. Podemos engañarnos a nosotros mismos, creernos nuestros propios argumentos, pero la verdad sobre nosotros siempre estará ahí, y lo que no nos permitimos volverá a sobresalir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario