Psicología del deporte
¿Qué se puede aprender de Nadal, Messi, Guardiola o incluso de Pepe?
- Deportistas y cirujanos usan la visualización como herramienta
- Los mejores equipos de camareras de piso funcionan de forma similar al Barça
- Los valores y el sentido de trascendencia ayudan a ganar en el deporte y en la vida
¿Qué puede aprender alguien que no es deportista de un gran campeón como Nadal, Messi, Michael Jordan o Guardiola? Puede aprender a dar su máximo rendimiento en situaciones de gran presión al entender cómo los futbolistas, tenistas o atletas rinden al cien por cien en las finales de los grandes eventos deportivos.
Así lo explica el psicólogo Pep Marí en su libro 'Aprender de los campeones' (Plataforma Actual), en el que detalla qué es lo que lleva a estos deportistas a conseguir su máximo rendimiento en las citas más importantes del calendario y cómo cirujanos, camareros, policías, músicos o gobernantas pueden aprender de la forma en que un deportista o un equipo afronta una situación complicada.
Marí, jefe del Departamento de Psicología del Deporte del Centro de Alto Rendimiento Deportivo de San Cugat (Barcelona), asegura que el comportamiento de los deportistas en situaciones de mucha exigencia puede ser una inspiración para cualquier profesional.
Entre las herramientas de la psicología del deporte que se pueden usar en el día a día por cualquier persona destaca la visualización. Él, cuenta en una entrevista a ELMUNDO.es, al preparar a la selección española de hockey para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 hizo que sus integrantes visualizaran "miles de veces" la salida al campo, con los gritos, los aplausos.El objetivo era que los jugadores se sintieran habituados a esa sensación y pudieran rendir al máximo.
Esta misma técnica la aplicó con los concursantes de la cuarta edición de Operación Triunfo, programa con el que colaboró. "Los concursantes se imaginaban que salían al escenario y que interpretaban muy bien su tema", explica Marí, quien señala que la visualización, esa herramienta usada tan a menudo por los deportistas, funciona porque "te permite comprobar que tienes muy claro lo que tienes que hacer. Si en la mente está clarísimo también está claro en la realidad".
El poder de la visualización
A la hora de superar miedos la visualización también puede ser una herramienta muy útil. "Si, por ejemplo, ir al dentista te da miedo, lo más parecido a ir es imaginarte que vas. Así, por habituación vas perdiendo el miedo", señala Marí. Para personas que tienen que enfrentarse a dar conferencias ésta puede ser una técnica muy útil: "Visualizar cómo va a ser esa conferencia con todo lujo de detalles, con viveza, emocionándote casi, ayuda mucho. Cuanto más parecido a la realidad sea, mejor".
Los cirujanos, cuenta Marí, suelen usar esta técnica antes de una operación importante. Él lo descubrió cuando una amiga tuvo que someterse a una intervención muy delicada. Se preguntó cómo la prepararía el médico y, una vez que lo tuvo enfrente, le cuestionó sobre el proceso que seguía. Posteriormente, incluso llegó a asistir a operaciones para documentarse, "como si fuera un deporte nuevo", y conocer de primera mano cómo ponían en práctica la cirugía y terminó dando un curso en el Colegio de Médicos de Barcelona.
Lo más llamativo de los cirujanos, explica, es que la noche anterior a una operación la repasan visualmente en la almohada, pero al contrario que los deportistas, que sólo se visualizan haciendo de forma correcta el gesto competitivo, tienen en cuenta todas las posibles complicaciones que pueden surgir en la operación. "Ven todas las complicaciones que se dan en cada momento y tienen en cuenta, tanto si lo que han hecho sale bien o sale mal, cuál es el siguiente paso", detalla Marí. En el caso de que haya algún paso que no tienen claro, consultan el manual o "no dudan en llamar a un compañero que se lo pueda aclarar aunque sean las cuatro de la madrugada", asegura.
Las gobernantas y el Barça
Marí también ha trabajado con gobernantas y camareras de piso en hoteles para optimizar su rendimiento. Al enfrentarse a esa labor pidió poder estar con ellas como si fuera una gobernanta en prácticas para conocer de cerca cómo desarrollan su tarea. También pidió conocer con detalle a un muy buen equipo de camareras de piso, a uno eficaz y al peor. "Yo me fijé cómo trabajaban y vi lo mismo que veo aquí cada día con los deportistas de alto rendimiento: los mejores equipos de camareras tenían los papeles excelentemente repartidos y las tareas muy bien asignadas. En los malos se doblan los papeles y las tareas están muy mal repartidas. Las buenas trabajaban concentradas, pendientes de lo que toca hacer en cada momento, mientras que las malas no estaban concentradas", explica Marí.
Además se dio cuenta de que las camareras de los buenos equipos "tenían el tono justo de activación", mientras que las malas "iban excesivamente relajadas, les faltaba alerta. Y las buenas tenían mucha conexión entre ellas, mientras que las malas se criticaban". "Como si fueran un equipo deportivo", asegura.
¿De quién se puede aprender en España esta filosofía de trabajo en equipo? Marí tiene claro que el Barça de Pep Guardiola es uno de los que mejor la pone en práctica. Este psicólogo señala como uno de los elementos de éxito de este equipo el hecho de que Guardiola "afronte siempre igual los partidos", lo que genera mucha confianza entre sus jugadores.
"Supongamos que los jugadores del Barcelona ven dos horas de vídeo a la semana para estudiar al rival. Si toca jugar contra el Málaga ven dos horas, pero si toca jugar contra el Madrid, pues también ven dos horas". Marí asegura que, en el caso de que tuvieran que ver más horas de vídeo contra determinado rival, "ahí el coco dudaría porque le das a entender al deportista que con lo que hace normalmente no será suficiente para este fin de semana". "Lo contrario de confianza es duda y, si aparece la duda, estás muerto", garantiza.
Como ejemplo de esta actitud ante la competición Marí pone una frase que se repetía el gimnasta Gervasio Deferr, campeón olímpico en salto en Sidney y en Atenas: "Antes de salir a una competición siempre se repetía: 'Voy a hacer una vez más lo que he hecho 3.500 veces entrenando'. Simplemente iba a hacer lo mismo".
Valores para ganar
Marí enumera entre las cualidades que tiene un buen entrenador elasignar a cada jugador un rol dentro y fuera del campo que esté en consonancia con sus valores. Desde su punto de vista, esa tarea también ha sabido desempeñarla muy bien Guardiola.
"Xavi tiene muy claro lo que se espera de él en cada momento, que es crear juego, hacer pases y, si puede, meter gol. En un momento de crisis sabe que se espera que lidere el equipo, marque una pauta y, cuando el sistema de juego se atasca, tenga una genialidad. Imagínate que se le pide esto a Puyol; va a decir que no porque a él lo que le realiza es quitarle el balón a un tío, destruir juego, no crearlo".
Por eso, subraya este psicólogo deportivo, es muy importante en un equipo la claridad de los papeles de cada uno de sus miembros, la aceptación por parte de cada uno de ellos de ese cometido y el cumplimiento de ese papel que tiene asignado. "Es lo mismo que si Guardiola le pide a Messi que no cree gol. No podría cumplir ese rol", explica.
En busca de la trascendencia
Pero Marí va más allá y habla de cómo el sentido de trascendencia puede ser un motor de gran potencia para los deportistas. "Esta idea me la descubrió un jugador de ajedrez que es ahora el campeón del mundo, Vishy Anand. En una entrevista le preguntaban para qué jugaba al ajedrez y él aseguró que 'para encontrar la esencia' de ese deporte". Con esta respuesta, Anand "le da un sentido a la actividad que va por encima de lo cotidiano", señala Marí, para quien este sentido de trascendencia hace posible vencer el miedo porque "tu objetivo no es ganar, sino ir más allá. Te da pilas alcalinas, te sientes un elegido y el solo hecho de ir a buscar el objetivo ya te hace feliz".
Este jugador de ajedrez no es el único deportista en busca de esa trascendencia. Ése era el objetivo de la selección sudafricana de rugby que ganó el mundial en 1995 y que contribuyó a la reconciliación del país tras el fin del 'apartheid', tal y como narra John Carlin en 'El factor humano', libro llevado a la gran pantalla por Clint Eastwood bajo el título de 'Invictus'. O de Michael Jordan cuando aseguró que jugaba para "cambiar la imagen de Chicago" porque había mucha delincuencia.
Hay empresarios, dice Marí, que también aplican esta filosofía. Alude al creador de la compañía de transporte urgente MRW, Francisco Martín Frías, quien creó la empresa en la que le gustaría que trabajasen sus hijos, según cuenta él mismo.
La utilidad del miedo
Pero, ¿qué hacer si aparece el miedo? ¿Es algo útil para un deportista? ¿Puede llegar a ser útil en la vida? Marí explica que "en su justa medida, cuando te da el grado justo de alerta, sí que tiene su utilidad". El boxeador Mike Tyson, cuando tenía 16 años, le confesó antes de un combate a su entrenador que estaba muerto de miedo. Entonces el entrenador, narra este psicólogo, le dio "la bienvenida al mundo de la competición y le dijo que el día que no tuviera miedo que sería mejor dejar de competir". Para Marí, "el problema no es el miedo, sino cambiar cosas por culpa del miedo".
Como maestro en el manejo del miedo Marí pone a Rafa Nadal, al Nadal que se convirtió en número uno del mundo ganando a Federer torneo tras torneo. Marí detalla que hay cuatro maneras de afrontar el miedo: evitarlo, controlarlo, tolerarlo o disfrutarlo. "Los buenos creo que disfrutan bajo presión", explica este psicólogo, quien se refiere a que el reciente triunfo de Djokovic sobre Nadal en el Abierto de Australia se debió a que el serbio disfrutó sobre la pista más tiempo que el manacorí.
¿Y de deportistas como Pepe se puede aprender algo? Para Marí sí que es posible sacar alguna lección del comportamiento antideportivo del madridista al pisar la mano de Messi. Este psicólogo explica que Pepe "hace las cosas que hace porque pierde el control y no sabe controlar sus emociones". Y seguramente sus valores serán del tipo 'el fin justifica los medios' o son excesivamente competitivos". Así que la lección que se podría extraer del comportamiento de Pepe es que "cuando no se consigue el objetivo, la gente se frustra y cuando alguien se frustra muchas veces seguidas, puede dar a situaciones violentas porque hay una pérdida de control".
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