COACHING para
Deportistas
Lo que necesita un deportista
-Entrenador
-Coach
-Psicologo
-Su Fuerza Interior: Motivación
La palabra coaching está de moda. Cada vez hay
más cursos que hablan de esta
palabra y, curiosamente son muchos aún que no
saben responder a la pregunta de ¿qué es
el coaching?. Les suena, algunos dicen que es
una terapia alternativa, otros que es
entrenamiento, formación, asesoramiento, en
algunos casos lo confunden con psicología
(los menos), en otros dicen que es algo
totalmente distinto a lo que hacen los psicólogos…
Sobre todo, la mayoría de ellos continúan sin
tener muy claro qué es exactamente ni para
qué sirve, ni quién es un coach.
¿Qué es el coaching?
La palabra coaching se ha venido introduciendo
en el mundo de la empresa con cierto
éxito, con el principal objetivo de
desarrollar las habilidades directivas y/o la combinación de
la actividad profesional con la personal, de
manera que la calidad de vida y la efectividad
humana de la persona que recibe coaching
(coachee) mejore y optimice su funcionamiento
en estos ámbitos de la vida del coachee.
Aparentemente, el coaching viene del verbo
anglosajón tocoach (es decir, entrenar). En
el ámbito del deporte, el coach es el
entrenador, o la persona que dirige unos
deportistas,
enseñándoles unas habilidades y/o liderando a
uno o un grupo de deportistas para lograr un
rendimiento deportivo.
Curiosamente, aunque esta nomenclatura se ha
extrapolado al coaching, ciertamente
no son términos similares. El coaching, en el
deporte, es sinónimo de entrenamiento. El
coach, en el deporte, es sinónimo de
entrenador. En cambio, el coaching, es distinto. “El
coaching es un proceso en el que un
profesional (el coach) ayuda a la persona que recibe
coachng (el coachee) a que potencie sus
habilidades, a que consiga unos objetivos
planteados (pactados de antemano) a través de
sus propios recursos y capacidades,
potenciados por el coach (que utiliza unas
estrategias específicas).” (Peris, 2009). Es decir,
a que el coachee se conozca mejor y funcione
de forma óptima según sus posibilidades y
recursos reales.
Es decir, el coach, utiliza preguntas (método
socrático) adecuadas, además de otras
estrategias, para que el coachee desarrolle su
potencial en base a un objetivo concreto.
Además, los aspectos que se trabajan a través
del proceso del coaching tienen que ver
con el liderazgo, con la motivación, con el
alcanzar un determinado objetivo, con el
comunicarse bien, con el dar el máximo de las propias habilidades, con el rendimiento…
aspectos todos ellos que ¿tienen que ver con
la psicología?
¿Quién es y qué hace un coach?
La respuesta es sencilla. El coach es el
profesional que hace coaching (obviamente). Es
la persona que facilita el proceso en el que
el coachee busca, reordena, intuye, examina,
descubre, clarifica, mejora, optimiza…
conceptos, ideas, decisiones…
A modo de resumen, entre otras cuestiones, el
coach (adaptado de Buceta, 2009, en
Peris, 2009)…:
• Hace sentirse cómodo al coachee.
• Es capaz de ponerse en lugar del coachee.
• Sabe escuchar e invierte en empatía.
• Tiene capacidad de autocontrol motivacional
y emocional.
• Utiliza preguntas en lugar de respuestas.
• Comunica claramente. Boletín Informativo de
la FEPD nº17 Diciembre 2009
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• Mantiene la confidencialidad.
• Ayuda al coachee a mejorar su perspectiva de
los problemas.
• Refuerza los progresos del coachee.
• No intenta imponer sus
juicios/opiniones/valores.
• Utiliza oportunamente explicaciones,
ejemplos y metáforas, pero sin abusar
de ellas.
• Respeta el derecho del coachee a reservarse
la información.
• “Acompaña” al coachee, pero no le dice lo
que tiene que hacer.
• Cuando procede, puede ayudar a incorporar
nuevas herramientas que
mejoren su capacidad de liderazgo.
• Acepta y promueve que el protagonista del
coaching sea el coachee.
De esta forma, “el coach acompaña a su cliente
en el proceso de optimización de sus
propios recursos, ayudándole a recordar,
ordenar, relacionar, jerarquizar, cuestionar,
reconocer, evaluar, planificar y actuar, sin
juzgar ni aportar ideas propias. Esta es la base
del coaching. Además, en ocasiones, cuando la
situación lo requiere, complementa lo
anterior incorporando explicaciones,
planteando sugerencias y enseñando nuevas
herramientas” (Buceta, 2009; en Peris 2009).
Todo ello, obviamente, es aplicable al
deporte. Y yo me pregunto, ¿quién tiene las
habilidades interpersonales para realizar la
función de coach en el deporte?¿quién ha (o
debería de haber) asumido la función del coach
en el deporte?
¿El coaching es psicología?
Algunos se empeñan en decir de forma tajante
que “coaching” no es psicología. En
cambio, cuando se habla de coaching aparecen
conceptos tales como la comunicación, el
liderazgo, el trabajo en equipo, la confianza,
el autocontrol, la optimización de recursos, el
establecimiento de objetivos, gestión del
tiempo, la creación de grupo… Incluso en la
manera de actuar del coach, que como hemos
visto, se asemeja mucho a cómo actúa un
psicólogo en distintos ámbitos, aplicando el
método socrático, guardando la
confidencialidad, empatía, escucha activa…
¿psicología? Al menos (creo que estaremos
muchos de acuerdo), la psicología tiene mucho
que decir respecto a estos y otros
conceptos.
Pero, volvamos a la pregunta, ¿el coaching es
psicología? Desde mi punto de vista, el
coaching es una manera particular de aplicar
conceptos y estrategias provenientes de la
psicología. Y para hacerlo, desde luego, es
necesario una fuerte base de conocimiento
psicológico. Sin esta base, es inviable un
buen proceso de coaching,sea en el deporte o en
cualquier otro ámbito.
Conclusiones
Seguramentemuchos psicólogos del deporte han
actuado como coach alguna vez. Un
deportista a falta de dos semanas para la
competición más importante del año, le pide ayuda
al psicólogo del deporte porque le “falta
algo”; un entrenador que se siente “estancado” y
siente la necesidad de que alguien le haga
“avanzar”; un directivo que parece “necesita” que
alguien le escuche y de esa forma aclara sus
ideas… son, éstas y otras situaciones
similares, en las que un psicólogo del deporte
(al menos en mi caso y en el de otros colegas
con los que hemos comentado estas cuestiones
alguna vez) actúa como coach: hace
reflexionar, sin imponer y facilitando las
condiciones para que el deportista, entrenador,
directivo… saque lo mejor de sí mismo.
No obstante, aunque el psicólogo del deporte
puede y de hecho actúa en muchas
ocasiones como coach, tiene mucha más amplitud
de funciones que vienen dadas por su
forma de actuar en su entorno de trabajo. Es
decir, generalmente, y dentro de lo que sería la
relación del psicólogo del deporte con las
personas con las que trabaja, tiene un cierto
estatus de “poder”. O sea, en algunos
casos manda, dirige las sesiones, enseña
estrategias… además de optimizar recursos. En
cambio (y por definición), el coach está en Boletín Informativo de la FEPD
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la misma
situación de poder, al mismo nivel de relación, con las personas con las
que
trabaja:únicamente(ni más ni menos) estimula
al coachee a que dé lo mejor de sí.
En la práctica, el psicólogo del deporte, es
lo suficientemente hábil como para elegir el
tipo de relación que tiene con las personas
con las que trabaja, que puede ser más o menos
directiva por su parte. Y dentro de esta
relación, utiliza, desde luego, las mismas (y
seguramente más) estrategias que utilizaría si
sólo actuara como coach.
Es importante también destacar que la
psicología es una ciencia, mientras que el
coaching… es otra cosa (tal vez sea la
definición de un proceso, de una forma de actuar, de
una metodología…).
Lo realmente trascendente es que el psicólogo
se desenvuelva con responsabilidad y
defina claramente la relación con las personas
con las que trabaja, actuando siempre con
profesionalidad.
La
psicología abarca mucho más que el coaching, aunque el coaching (para
mí) es una
manera de aplicar psicología, y tiene que ver
con un proceso, con un método de trabajo del
profesional en cuestión. De esta forma, un
buen psicólogo del deporte no tiene por que,
necesariamente, saber hacer coaching, ni
elegir esta opción. Aunque también puede hacerlo
(siempre y cuando considere que es un método
válido de trabajo que domina lo suficiente).
¿Qué nomenclatura es mejor? No es tan
importante el nombre, aunque sídejar claro de
qué estamos hablando, sin confundir. Si
hacemos coaching (está de moda, ¡qué le vamos a
hacer!), seguramente podemos decir que hacemos
coaching (o incluso psicología). En
cambio, si actuamos como psicólogos del
deporte (con el concepto más ámbito del término)
no creo que sea lo mejor decir que somos
únicamente coach deportivo o hacemos coaching
deportivo, sin clarificar suficientemente los
conceptos y la forma de actuar (¡esto de las
modas…!).
El coaching es el coaching, y la psicología es
un concepto (científico) mucho más
amplio que el coaching. Las modas pasan, los
conocimientos científicos evolucionan. Bueno
es llamar las cosas por su nombre.
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